lunes, 29 de junio de 2009

Tocados por el posmodernismo

Es facil de reconocer entre los seguidores del posmodernismo en arquitectura a sus militantes mas sensatos, es decir, a aquellos que han hecho de su propia teoría una metáfora incomprendida. Y más aun es coherente su propia arquitectura con sus propios discursos: una dialéctica posmoderna.
También podemos reconocer a aquellos que pertenecen al grupo no alineado, es decir, a los formalistas, como los llamaría el propio Roger Scruton. De aquellos no alineados destaca el menos posmoderno y más moderno que cualquiera: Enrique Cirini Suito. El mas racionalista de todos también fué tocado por el posmodernismo y eso se reflejan en sus obras y en sus discursos. En este ensayo analizaré la postura posmoderna, sus juicios, teorias y discursos y hacer una comparación con la postura de Ciriani, de quien esperamos un discurso racional y antiposmoderno.

El ser de un posmodernista.
Como lo ha definido el creador de etiquetas Charles Jencks, la arquitectura posmoderna tiene varias caras y varios discursos, es y no es. Es a veces y otras no es. Y como Jano, el arquitecto posmodernista un día declara una cosa y otro día niega todo lo anterior. Son acaso sofistas los arquitectos posmodernos? Jencks definió la arquitectura posmoderna como un nuevo estilo, y dentro de ella, aun más estilos. Es evidente reconocer un edificio posmoderno?
Y la lupa sensata del crítico la dirige a los EEUU de NA, donde se desarrolló este pensamiento, en una sociedad dependiente y pragmática, donde el hombre común vive despreocupado del qué y el cómo de su existencia.
Y esta situación común de un hombre, tambien común, es atemporal. Y para la arquitectura posmoderna esto es importante: la forma per se y el discurso. La forma per se de cualquier cosa u objeto. El paradigma posmoderno está en interpretar de varias maneras las cosas, como que enriquece más al discurso.
Y en ese andar sin rumbo y sin una idea clara, Robert Venturi declara los principios del arquitectos posmoderno en Complejidad y contradicción. Es un título que manifiesta, en sí mismo, una contradicción gramatical y sobre todo lógica.